Al ver el estado actual de la vereda, en el que se puede visualizar claramente las explanaciones que se han hecho en ella como grandes heridas, y las urbanizaciones que hoy en día ocupan lo que antes eran grandes zonas verdes y montes virgenes, podemos encontrar que la anterior apariencia de la Vereda Ojo de Agua, o como es conocida actualmente, Santa Ana parte Baja, ha cambiado razonablemente, dejando atrás el esplendor del campo.
También, hemos podido apreciar, que las personas foráneas que están ocupando estos lugares, nunca conocieron, o conocerán, los inicios de nuestra vereda, por lo que, la memoria de nuestra vereda, aunque exista, está perdida.
