Empezamos nuestro proyecto en el semestre 2016-2, en el cual no sabíamos por dónde podíamos partir, mas sin embargo, con la ayuda de nuestra docente asesora, Wilde Salazar Vargas, pudimos depurar nuestras ideas para encaminarnos por el patrimonio que el municipio de Rionegro y sus veredas han estado perdiendo gracias al incesante e inconsciente desarrollo urbano, que va arrasando con sí mismo, los prados, los árboles, y lo más importante, los recuerdos de aquello que estaban allí primero.
Todos estos recuerdos del ayer que invaden las mentes de los mayores, pero que se ausentan de los jóvenes que no alcanzaron a conocer la riqueza o la dicha de haber sido criados con la humildad del campo, con el olor del agua de panela y el maíz cociéndose a leña en la mañana, ni con el grato encuentro del rocío con el pasto en la mañana, el trinar de las aves en la madrugada, la suave briza bailando con las siembras, el sabor de la leche recién ordeñada, el silencio y la tranquilidad que da la lejanía de las casas campestres, la alegría de poder visualizar una ardilla en lo alto de los árboles, o la adrenalina de poder ver con sus propios ojos un gavilán lanzarse a gran velocidad al suelo por su presa, los grillos al entrar la noche, las luces de las inalcanzables estrellas sin ninguna otra distracción como lo suponen ser las luces de la ciudad, o los sapos croar en medio de la humedad del pasto sumido por la oscuridad jugando con los azules y tímidos rayos de la luna.
Estas nuevas preciosas adquisiciones, las pudimos transmitir en el semestre 2017-1 a los jóvenes y niños de la vereda por medio de un recorrido histórico por la misma.
Mostramos aquellos lugares importantes de la vereda como el valle de la Pereira que ya ha desaparecido con el inicio de la construcción de la Urbanización del Club Verde TERRA, Oasis; la siembra de “El Platanal”, el único lugar que guarda la tradición de la agricultura; la última casa de tapia que permanece en la vereda pero a pedazos; y el morro, donde pasamos un momento grato en comunión a una vista magnífica del atardecer.
Por medio de los relatos que íbamos hallando, pudimos hacer un recorrido en el tiempo de nuestra vereda, y nos dimos cuenta que mientras siga existiendo el ser humano, el desarrollo es un factor necesario, por lo tanto inminente. Sin embargo, para este último semestre 2017-2 de las Prácticas Artísticas y Culturales, quisimos hacer una compilación de esta Memoria Viva con las demás personas que hasta ahora han sido ajenas a estos cambios por los que atraviesa la Vereda Ojo de Agua sector Santa Ana parte baja.
Con la divulgación de este libro digital, esperamos seguir compartiendo nuestro valioso hallazgo.
Esperamos poder conmover los corazones de nuestros lectores mostrando la gran metamorfosis a la que nos vemos sometidos las personas que nacimos en el campo.
Sin embargo, este no es un caso especial, pues como este, hay muchos más en el mundo. No obstante, este ha sido nuestro primer paso, teniendo en mente siempre una nueva ruta hacia las veredas en general del Municipio de Santiago de Arma de Rionegro, y por qué no, del Departamento de Antioquia.